EL DERECHO DE EXTRANJERÍA ANTE LAS URNAS

Las diferentes formaciones que concurren a los comicios de este próximo domingo plantean una disparidad de propuestas que a buen seguro incidirán en nuestra legislación de extranjería en el futuro inmediato. Analizo a continuación las propuestas que los 4 principales partidos de ámbito nacional incluyen en sus programas electorales y los planteamientos que sus líderes tuvieron ocasión de exponer en el denominado Debate Decisivo del pasado martes.

Tanto por la extensión de las propuestas como por la posición que ocupan en sus respectivos programas, observamos que la cuestión migratoria se encara desde el primer momento con una actitud dispar.  El Partido Popular la aborda dentro del capítulo titulado Retos Globales y la ubica justamente entre terrorismo y lucha contra la ocupación de viviendas. Ciudadanos, por su parte, la incluye dentro de Una Política de Seguridad y Defensa adaptada al Siglo XXI. El fenómeno migratorio es entendido para ambos partidos como un problema o una cuestión de seguridad.   

Bajo este prisma, no es extraño que el énfasis principal venga puesto en combatir a la inmigración ilegal y sus mafias y en reforzar el control de fronteras presentando como soluciones desde el PP, el retorno, la expulsión y el rechazo, y desde CIUDADANOS, la imprescriptibilidad del delito contra el tráfico de seres humanos y la protección de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin contenerlo en su programa, esto parece igualmente compartido por Casado, quien afirmó durante el debate que la política migratoria se hace con estos últimos.

Tampoco se aleja mucho de este planteamiento el PSOE, que ve en el control de fronteras, según su Secretario General, una de las 3 patas de la política migratoria. Las otras dos son el diálogo con la UE y con los países de origen y tránsito. Obvió, el actual Presidente del Gobierno, el contenido de ese referido diálogo que habría de llevar la sustancia verdadera de una política migratoria que es reducida y confundida con tal concepción a una mera labor policial en fronteras.

Todo esto nos sugiere que estos tres partidos tratarán de incrementar la presión policial y las políticas represivas que se traducirán en más obstáculos aun en consulados, más rigor en puestos fronterizos y más vigilancia en fronteras en general así como más incrementos de expedientes sancionadores, de denegaciones de entrada y de devoluciones.

Sin embargo, el programa electoral del PSOE no deja de ser el más profuso de todos. La inmigración es asumida como un fenónemo inevitable y un proceso absolutamente necesario. Sin duda, en su programa la política migratoria tiene unas miras mucho más amplia de la que mostró Sánchez en su intervención. El PSOE resalta en su programa una ordenación migratoria de conformidad a los principios y exigencias del Estado de Derecho con garantías al respeto de la dignidad de todas las personas en fronteras.

Este planteamiento es similar al de UNIDAS PODEMOS quien entre las cinco medidas de su programa contiene el establecimiento de vías legales y seguras de entrada que garantice los derechos humanos.

Estas dos formaciones proponen la flexibilización de los requisitos migratorios, con reformas de la legislación de extranjería, que no especifica el PSOE y que UNIDAS PODEMOS refiere a los procesos de reagrupación familiar, a la posibilidad de solicitar asilo en embajadas y consulados de terceros países, la creación de visados humanitarios y el aumento de los programas de reasentamiento y a la creación de otras nuevas modalidades de visado, como el de búsqueda de empleo. También propone la flexibilización del arraigo y que las renovaciones de las autorizaciones de residencia no estén vinculadas a un contrato en vigor u oferta de empleo para evitar las irregularidades sobrevenidas.

A esta mayor facilidad de los procesos migratorios, al que el PSOE quiere añadir un visado de “ida y vuelta”, también se suma el Partido Popular desde su postulación por la contratación de inmigrantes en origen.

CIUDADANOS es, sin duda, el partido más parco en propuestas y más restrictivo ya que apuesta por una inmigración selectiva y conectada a la atracción de talento, mediante un sistema de visados por puntos al estilo canadiense. Sin embargo, contradictoriamente a su exiguo programa, su candidato expresó su voluntad de facilitar el proceso migratorio a los latinoamericanos, invitando a “que vengan todos los que quieran porque nos hacen falta”. Esto no parece que sea igual para la inmigración que viene de África cuya percepción la reduce Ribera a las agresiones con cal viva a guardias civiles. 

Por otra parte, el reforzamiento de las políticas de asilo con mayor y menor énfasis y detalles es acogido en los programas de PSOE, UNIDAS PODEMOS y PP, y está lamentablemente olvidado en el programa de CIUDADANOS, como si no fuera algo que nos atañe como nación.

Los CIEs, en cambio, son únicamente objeto de atención por parte del PSOE para proponer una modificación que les haga cumplir con las recomendaciones, entre otros, del Defensor del Pueblo, y de UNIDAS PODEMOS, para plantear el cierre de los mismos por constituir una excepción jurídica y democrática a la que se debe poner fin.

No quiero dejar de destacar dos aspectos, uno que saludo y otro que rechazo. El primero es la propuesta de UNIDAS PODEMOS denominada Objetivo 2020: cero muertes en el Mediterráneo que contiene un refuerzo a los servicios de salvamento marítimo y la remoción de trabas a los barcos de acción humanitaria que tratan de evitar esa tragedia diaria que vivimos en la Frontera Sur. El segundo es la creación de un territorio de excepción de derechos civiles en Ceuta y Melilla que acoge el Partido Popular.

Y termino refiriéndome a las devoluciones en caliente y a la eliminación de concertinas en las vallas fronterizas que el PSOE incluye en su programa para, respectivamente, adecuarlas a la Sentencia del TEDH (no el que refirió su candidato en el debate) y para anunciar su sustitución por otros elementos de mayor seguridad que coronarán el perímetro sin causar daño a las personas.

Con todo lo anterior, podemos hacernos una idea del escenario que se nos puede dar en el derecho de extranjería. Nos toca elegir y llevar a las urnas el derecho de extranjería que queremos entre las opciones planteadas.